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En Sudamérica tenemos una riquísima cultura gastronómica que siempre se vió influenciada entre lo autóctono y lo que los inmigrantes trajeron, mayoritariamente desde Europa.
Inclusive en la épocas de la conquista, muchos ingredientes que eran únicos de nuestras regiones fueron enviados aEuropa y lograron modificar en gran medida su  gastronomía para siempre. Increíblemente, en épocas dónde todavía no contábamos con el potencial e influencia del internet y las redes sociales, ya estábamos experimentando una cierta “globalización culinaria”.

En Sudamérica tenemos una riquísima cultura gastronómica que siempre se vió influenciada entre lo autóctono y lo que los inmigrantes trajeron, mayoritariamente desde Europa.
Inclusive en la épocas de la conquista, muchos ingredientes que eran únicos de nuestras regiones fueron enviados aEuropa y lograron modificar en gran medida su  gastronomía para siempre. Increíblemente, en épocas dónde todavía no contábamos con el potencial e influencia del internet y las redes sociales, ya estábamos experimentando una cierta “globalización culinaria”.

En lo personal, veo al mundo como una gran usina generadora de alimentos, pero donde no todas las zonas son capaces de producir los mismos alimentos y que además, sean de gran calidad. Para eso existen las regiones y sus características bien definidas, que pueden hacer más propicia la producción de tal o cuál producto. Está claro, que nuestros países, al igual que el resto del mundo, no pueden producirlo todo, estamos limitados por espacios geográficos, climas, tierras, ríos y mares.
Por lo tanto, que mejor que enfocarnos en lo que hacemos realmente bien, mejorándolo cada vez más, y traer de afuera lo que no vamos a poder producir con esa calidad. La gastronomía es algo que nos hace sentir orgullosos como sociedad, pero muchas veces debemos recurrir a insumos importados para representar un plato local por el simple hecho de no contar con el mejor ingrediente.

Es más, si lo analizamos detenidamente veremos que en la mayoría de nuestras cocinas hogareñas y en las profesionales, no sólo contamos con alimentos importados, también tenemos tecnología que viene de afuera:
cocinas, hornos, electrodomésticos y la lista continúa. Así que por más que intentemos ir en contra, la Globalización de la Gastronomía está presente en todo momento y debemos no sólo aceptarla, también disfrutarla y valorarla. Algo parecido nos ocurre cuando decidimos irnos de vacaciones, podemos amar nuestro país y hacer turismo interno, pero en un determinado momento vamos a necesitar conocer otros lugares que siempre anhelamos y que precisamente no encontraremos en nuestros sitios. Por lo tanto, tendremos que salir, viajar y esa experiencia seguramente nos enriquecerá y hará muy felices.

En lo personal, veo al mundo como una gran usina generadora de alimentos, pero donde no todas las zonas son capaces de producir los mismos alimentos y que además, sean de gran calidad. Para eso existen las regiones y sus características bien definidas, que pueden hacer más propicia la producción de tal o cuál producto. Está claro, que nuestros países, al igual que el resto del mundo, no pueden producirlo todo, estamos limitados por espacios geográficos, climas, tierras, ríos y mares.
Por lo tanto, que mejor que enfocarnos en lo que hacemos realmente bien, mejorándolo cada vez más, y traer de afuera lo que no vamos a poder producir con esa calidad. La gastronomía es algo que nos hace sentir orgullosos como sociedad, pero muchas veces debemos recurrir a insumos importados para representar un plato local por el simple hecho de no contar con el mejor ingrediente.

Es más, si lo analizamos detenidamente veremos que en la mayoría de nuestras cocinas hogareñas y en las profesionales, no sólo contamos con alimentos importados, también tenemos tecnología que viene de afuera:
cocinas, hornos, electrodomésticos y la lista continúa. Así que por más que intentemos ir en contra, la Globalización de la Gastronomía está presente en todo momento y debemos no sólo aceptarla, también disfrutarla y valorarla. Algo parecido nos ocurre cuando decidimos irnos de vacaciones, podemos amar nuestro país y hacer turismo interno, pero en un determinado momento vamos a necesitar conocer otros lugares que siempre anhelamos y que precisamente no encontraremos en nuestros sitios. Por lo tanto, tendremos que salir, viajar y esa experiencia seguramente nos enriquecerá y hará muy felices.

Desde la Industria de las Carnes Rojas de los Estados Unidos, estamos felices de poder participar en Sudamérica con productos de altísima calidad, tenemos muy claro que nuestra participación es complementar la oferta que cada país tiene y lograr que los consumidores tengan un abanico aún mayor de posibilidades. Por todo eso, estamos presentes en carnicerías, restaurantes, supermercados y a través de nuestros importadores y trabajamos arduamente en toda nuestra región para difundir las virtudes de nuestra Industria Cárnica: las buenas prácticas, la eficiencia, el consumo
responsable, la sostenibilidad, entre otros puntos sumamente importantes.

Desde la Industria de las Carnes Rojas de los Estados Unidos, estamos felices de poder participar en Sudamérica con productos de altísima calidad, tenemos muy claro que nuestra participación es complementar la oferta que cada país tiene y lograr que los consumidores tengan un abanico aún mayor de posibilidades. Por todo eso, estamos presentes en carnicerías, restaurantes, supermercados y a través de nuestros importadores y trabajamos arduamente en toda nuestra región para difundir las virtudes de nuestra Industria Cárnica: las buenas prácticas, la eficiencia, el consumo
responsable, la sostenibilidad, entre otros puntos sumamente importantes.

También, al tener la posibilidad de exportar carnes a todo el mundo, tenemos mucha información valiosa, de primera mano, sobre los distintos mercados y hacia dónde se moverá el negocio en los próximos años, por lo que vamos anticipando a nuestros clientes para que vayan abriendo ojos y mentes, promoviendo cortes, preparaciones y presentaciones que en el futuro cercano estarán sobre las mesas de Sudamérica.
Nos complace mucho participar de eventos en conjunto con grupos de industrias cárnicas de otros países de la región y poder compartir experiencias que nos hagan crecer a todos.
Somos conscientes que tenemos una industria que es de las más admiradas en el mundo y definitivamente la más observada, lo cual nos transforma en un referente. Y lo más importante, lo compartimos, para que a otros ganaderos, criadores de animales e industrias les pueda servir nuestra experiencia para que puedan mejorar las suyas.

También, al tener la posibilidad de exportar carnes a todo el mundo, tenemos mucha información valiosa, de primera mano, sobre los distintos mercados y hacia dónde se moverá el negocio en los próximos años, por lo que vamos anticipando a nuestros clientes para que vayan abriendo ojos y mentes, promoviendo cortes, preparaciones y presentaciones que en el futuro cercano estarán sobre las mesas de Sudamérica.
Nos complace mucho participar de eventos en conjunto con grupos de industrias cárnicas de otros países de la región y poder compartir experiencias que nos hagan crecer a todos.
Somos conscientes que tenemos una industria que es de las más admiradas en el mundo y definitivamente la más observada, lo cual nos transforma en un referente. Y lo más importante, lo compartimos, para que a otros ganaderos, criadores de animales e industrias les pueda servir nuestra experiencia para que puedan mejorar las suyas.

Tampoco quiero dejar de mencionar la cantidad de mano de obra directa e indirecta que la importación de carne de los Estados Unidos representa en Sudamérica y las miles de familias que de ellas viven. Por un momento, pensemos, que en definitiva, todos nuestros países de exportan algún producto que el resto del mundo necesita y eso es genial, sobre todo, si de alimentos se trata. ¿Hay alguna misión más noble que alimentar al mundo?

Ya desde el mundo antiguo existía el concepto de “cambio” o “trueque” de alimentos porque no todos podían producir “todo”.
La esencia aún no ha cambiado, sólo que ahora lo llamamos “Globalización Culinaria”. Anhelamos y apoyamos que cada país siga deleitándonos con sus increíbles platos, muchos de ellos milenarios, que ya forman parte de su ADN y por lo tanto, de su cultura. Nosotros, estaremos felices de poder aportar nuestras carnes rojas a esas preparaciones, para que lo rico, se termine transformando en extraordinario.

Ya desde el mundo antiguo existía el concepto de “cambio” o “trueque” de alimentos porque no todos podían producir “todo”.
La esencia aún no ha cambiado, sólo que ahora lo llamamos “Globalización Culinaria”. Anhelamos y apoyamos que cada país siga deleitándonos con sus increíbles platos, muchos de ellos milenarios, que ya forman parte de su ADN y por lo tanto, de su cultura. Nosotros, estaremos felices de poder aportar nuestras carnes rojas a esas preparaciones, para que lo rico, se termine transformando en extraordinario.

Nicolás
Diaz

Chef Ejecutivo
U.S. MEAT EXPORT FEDERATION SUDAMÉRICA

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